A pesar de que en un primero momento pudiera parecer que se trata más bien de una especie de broma o al menos de una cuestión no tan importante, la realidad de las cosas es que hablar de la adicción a la comida es hacerlo de una condición igual de importante que cualquier otra adicción, tal y como se ha venido reconociendo cada vez más por más y más especialistas a través de los años, y por lo tanto debe de ser tratada con el mismo cuidado.
¿Cómo saber si tienes o no una adicción a la comida? Para comenzar, al igual que con cualquier otro tipo adicción, lo primero do la que debemos estar 100% seguros, es de si en realidad somos o no adictos, en este caso, a la comida.
Para ello, algo muy sencillo que podemos hacer es responder de manera honesta las siguientes preguntas:
¿Sueles comer aún cuando no tienes hambre? ¿Comes cuando te sientes triste o deprimido? ¿Reducir ciertos alimentos es algo que te preocupa? ¿Te sientes cansado o “pesado” a causa de comer en exceso? ¿Hay momentos en los que pasa por tu mente el arrepentimiento de haber comido ya sea cierto tipo de alimento o haberlo ingerido en exceso? ¿Sufres de síntomas propios de la abstinencia, tales como la ansiedad o la agitación? ¿Comes en secreto, o de forma diferente cuando estás en compañía en relación a cuando estás solo? ¿Te provoca enojo el hecho de consumir ciertos alimentos, o la forma en que lo haces? ¿Sabes de alimentos que te hacen daño, y a pesar de ello los consumes?
Si respondiste de manera afirmativa a alguna de estas preguntas, lo más probable es que sí tengas un problema y seas adicto a la comida, pero desde luego, existen soluciones para esta condición.
Una vez sabiendo lo anterior, hay tres principales cosas que podemos hacer para empezar con nuestra rehabilitación para problemas de comida.
La primera de ellas es no permitirnos tener demasiada hambre. Sí logramos tener control sobre el aspecto físico del hambre, por consecuencia también lo tendremos sobre los aspectos mental y emocional.
Otro paso a seguir es limitar las tentaciones propias del ambiente que nos llevan a comer en exceso, como por ejemplo los lugares o las situaciones que frecuentamos y nos provocan el deseo de ingerir alimentos de forma innecesaria.
Finalmente, intentar llevar una dieta rica en nutrientes y baja tanto en azúcar, como en grasas saturas y alimentos procesados, es algo que ayuda mucho a superar esta condición.
Seguir estos tres pasos, junto con la ayuda de profesionales en adicciones como los que puedes encontrar en la Clínica Nuevo Ser, son las herramientas necesarias para superar tu condición y puedas dejar de ser un adicto a la comida.