El consumo de drogas puede iniciar en una persona por varias razones. La mayoría de ellas consumen estas sustancias por el estimulo de euforia, placer, satisfacción o relajación inicial que ofrecen.
Otro motivo importante suele ser una situación de estrés, ansiedad o depresión que lleva a la persona a buscar manejar la situación a través del consumo de drogas para disminuir los sentimientos por los que atraviesa o incluso para mejorar sus capacidad de desempeñarse bajo presión.
Sin duda la presión social juega un papel fundamental en el contacto inicial con las drogas, siendo los adolescentes el grupo más vulnerable a pasar por esta situación.
Sin embargo, es importante reconocer que hay un proceso a través del cual el consumo de una sustancia se convierte en una adicción. Si bien de principio pudiera parecer que los efectos de las drogas son positivos y que su consumo es controlable, estas pueden generar grados altos de dependencia de manera muy rápida.
De acuerdo al National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos https://www.drugabuse.gov/, el consumo incluso moderado de drogas puede convertirse en adicción, definiendo esta como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas.
Se le considera una enfermedad del cerebro por que sus estructuras y funcionamiento se ven afectados por el consumo de drogas, consecuencias que pueden ser de larga duración si una adicción no es tratada a tiempo.
Los riesgos de consumir drogas no se limitan a desarrollar una alta dependencia a las mismas, sino al constante riesgo en el que se coloca el o la consumidora al perder control sobre sus decisiones y sus sentidos. De acuerdo a datos de la Secretaria de Salud, el 25% de los accidentes automovilísticos en México son a causa de manejar bajo la influencia de las drogas, por ejemplo.
De ahí la importancia de identificar el consumo de drogas desde un inicio y buscar ayuda profesional para desarrollar una estrategia acorde al caso, evitando así consecuencias nocivas a corto, mediano y largo plazo.
Recuerda que el primer paso es reconocer que hay un problema, el segundo es pedir ayuda.