Para muchas personas, beber alcohol es una forma agradable de relajarse, pero aquellos con trastornos de consumo de alcohol tienden a beber en exceso, poniéndose en peligro a sí mismos y a otros.
¿Cuándo es demasiado alcohol?
Para la mayoría de los adultos, el consumo moderado de alcohol, que no supera dos bebidas al día para hombres y una para mujeres y personas mayores, generalmente es seguro.
Una “bebida estándar” contiene aproximadamente 10 mililitros de alcohol puro, y puede ser equivalente a 45 mililitros de licor destilado, 150 mililitros de vino o 355 mililitros de cerveza.
Sin embargo, puede haber ocasiones en las que las personas comienzan a abusar de la bebida, poniendo en riesgo sus vidas. ¿Qué detona este comportamiento autodestructivo?
Sigue leyendo y descubre cuáles son las principales causas del alcoholismo y el camino más adecuado para tratarlas.
1.- Factores biológicos
La investigación ha mostrado que existen vínculos estrechos entre el alcoholismo y los factores biológicos, específicamente la genética y la fisiología. Mientras que algunas personas pueden controlar la cantidad de alcohol que beben, otras sienten un fuerte impulso a seguir bebiendo, lo que puede hacerlas más susceptibles al alcoholismo.
Además, ciertas sustancias químicas en el cerebro pueden aumentar la vulnerabilidad al abuso del alcohol.
Por otro lado, la dependencia del alcohol puede estar asociada con varios genes en diferentes regiones cromosómicas, lo que significa que los miembros de una familia con estos genes tienen mayor riesgo de desarrollar problemas con la bebida.
2.- Factores ambientales
Los estudios también han investigado una conexión entre el ambiente y el riesgo de trastorno por consumo de alcohol.
Por ejemplo, la cercanía de una persona a tiendas o bares que venden alcohol podría afectar sus posibilidades de desarrollar alcoholismo. Con el tiempo, ellos pueden tener una perspectiva más positiva del consumo de alcohol y ser más propensos a participar en esta actividad.
3.- Factores psicológicos
Es cierto que existen diferentes factores psicológicos que pueden aumentar las posibilidades de beber en exceso y desarrollar un trastorno por consumo de alcohol. Algunos de estos incluyen el estrés, la ansiedad, la depresión y otras condiciones de salud mental.
Estas situaciones pueden llevar a las personas a utilizar el alcohol como una forma de suprimir sus sentimientos y aliviar los síntomas de sus trastornos psicológicos.
4.- Factores sociales
La cultura, la religión, la familia y el trabajo también son elementos que influyen en la relación que puede tener una persona con la bebida. Por ejemplo, la familia es especialmente importante en la probabilidad de que alguien desarrolle alcoholismo. Si los niños son expuestos al consumo de alcohol a temprana edad, tienen más probabilidades de caer en un patrón de consumo peligroso.
Además, el inicio de la universidad o un nuevo trabajo puede aumentar la vulnerabilidad al alcoholismo. Durante estas transiciones, la búsqueda de nuevos amigos y relaciones con compañeros de trabajo hace que, inevitablemente, las personas participen en actividades que normalmente no harían.
Sin darse cuenta, terminan bebiendo con más frecuencia y anhelar el alcohol después de una larga jornada laboral, lo que son señales de advertencia de un posible trastorno por consumo del alcohol.
Prevenir antes que lamentar
Ahora que sabes cuáles son las principales causas del alcoholismo, no esperes a que sea demasiado tarde y anticípate a lo que pueda suceder.
Si en tu familia hay historial de alcoholismo, alguno de los miembros pasa por una etapa difícil, o simplemente notas que algún pariente ha comenzado a beber más y con mayor frecuencia, es momento de acercarte a un centro de tratamientos de adicciones como Clínica Nuevo Ser.
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