Codependencia es una palabra que hace algún tiempo comenzó a utilizarse en el campo de la terapia de adicciones. Es un término que se usa para describir a una persona involucrada con otra que puede o no tener algún tipo de problema como trastorno de personalidad o abuso de sustancias. Además, decimos que el codependiente también tiene una adicción; adicción a la aprobación, admiración y afecto de otros.
En la adicción, también se les puede acusar de ser facilitadores o salvadores ya que los codependientes brindan recursos a la persona adicta con la esperanza de recibir algo a cambio. Y justamente la esperanza es la palabra clave: ya que, al aferrarse a la esperanza de conseguir el amor si demuestran lo maravillosos que son para la persona adicta, esto crea un doble vínculo en la relación: el codependiente y el dependiente.
Por lo general, pasan años antes de que el codependiente se dé cuenta de que nunca obtendrá lo que busca. O bien, el codependiente nota un esquema de refuerzo del comportamiento en el que él se siente amado solo cuando se le da afecto después de darle al adicto lo que necesita.
El codependiente es tratado como un recurso generalmente en forma de provisiones financieras y de otro tipo que le permiten a una persona con adicción vivir libre de ser una persona responsable.
Los codependientes sufren miedo de vivir solos y sin amor: así que tratan de hacer todo lo posible para aferrarse a las relaciones a pesar de que no son saludables. Esta relación enfermiza demuestra evidencia de cómo tienen un sentido de responsabilidad distorsionado y carecen de objetividad saludable.
Esto los lleva a un estilo de vida codependiente. Lo que no entienden es que las personas son responsables de sí mismas y, por lo tanto, el codependiente, en su intento de encontrar y aferrarse al amor, despliega algún tipo de método de reparación, rescate y/o control.
Aquí te explicamos los 3 tipos de codependencia más comunes.
1. El “arreglador”. Es cuando una persona busca solucionar el problema de otra en lugar de dejar que esta lo haga por sí misma. En este punto, tienen un sentido de responsabilidad distorsionado y no dejan que otros manejen sus propios asuntos
2. El controlador. Este tipo es más de manipulación que cualquier otra cosa. Los controladores tratan de controlar su entorno en las relaciones de pareja, en el trabajo, las reuniones familiares, etc. Trabajan febrilmente para tratar de hacer que las cosas salgan de cierta manera y produzcan resultados que se ajusten a sus formas de pensamiento. El motivo aquí es la creencia de que las personas no son capaces de cuidar de sí mismas y deben ser protegidas. Lo que realmente quieren es que las personas reconozcan lo maravillosos que son y reciban amor a cambio.
3. El apático. ¿Alguna vez has conocido a esa persona cuya negatividad simplemente te deprime y agobia? Internamente, estas personas sienten que no son suficientes y esperan que alguien venga y sienta lástima por ellos. Tienen baja autoestima acerca de cuánto significan para alguien.Con frecuencia buscarán atención y son muy demandantes de atención en sus relaciones.
¿Cómo ayudar a una persona codependiente?
Si consideras que alguien cercano a ti sufre algún grado de estos tipos de codependencia, hay formas de obtener ayuda.
Lo mejor es acercarte a un centro de rehabilitación y obtener asesoría profesional con un terapeuta capacitado y calificado que pueda enseñarle fácilmente los límites y manejarse en estas situaciones.
Clínica Nuevo Ser, por ejemplo, es un centro de tratamientos de adicciones que trabaja desde hace más de 30 años ayudando a personas que sufren algún tipo de adicción a sustancias como el alcohol y las drogas, pero también de comportamientos que requieren apoyo médico como la anorexia, la ludopatía o la codependencia de pareja.
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