En el caso de México, la depresión no es una moda, constituye un severo problema de salud pública que hoy por hoy afecta entre 12 y 20% a personas adultas, es decir, entre 18 y 65 años. Autoestima baja, estrés crónico, problemas económicos, salario menor, falta de una pareja o un trabajo insatisfactorio son algunas de las razones de la larga lista en la que impera la ansiedad y tristeza extrema.
La Organización Mundial de la Salud OMS, establece que a diario se registran 3 mil intentos de suicidios, y aunque en México aún no hay estadísticas claras, la Secretaría de Salud estima que cada año hay hasta 14 mil intentos, sin considerar a los consumados.
Uno de cada 10 intentos es concluido, lo que coloca a México en el noveno país de muertes autoinfligidas, de una lista de 53 aproximadamente. Según la OMS, sólo un escaso número de suicidios se producen sin aviso. La mayoría de los suicidas dan avisos evidentes de sus intenciones. Por consiguiente, deben tomarse en serio todas las amenazas de autolesión.
Síntomas:
De forma general, deben existir al menos dos de estos tres síntomas típicos de la depresión:
-Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
-Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
-Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Un Episodio Depresivo se Caracteriza por:
-Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
-Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
-Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.
-Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.
-Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
-Disminución marcada del apetito.
-Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.
-Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
-Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
-Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
Diagnóstico y Tratamiento:
Sin duda hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en algunos países) no reciben esos tratamientos. Entre los obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de personal sanitario capacitados, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta. Las personas con depresión no siempre se diagnostican correctamente, ni siquiera en algunos países de ingresos elevados, mientras que otras que en realidad no la padecen son diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos.
Las opciones terapéuticas recomendadas para la depresión moderada a grave consisten en tratamientos integrales que se basen en un apoyo psicosocial básico combinado con fármacos antidepresivos o psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal o las técnicas para la resolución de problemas.
Lo fundamental es pedir ayuda profesional y evitar que la depresión continue avanzando y generando no sólo problemas de salud, sino en todos las áreas de la vida de la persona que pueden llegar a un intento de suicidio.
Fuentes:
Secretaría de Salud. (2014). Depresión y Suicidio en México. En http://www.spps.gob.mx/avisos/869-depresion-y-suicidio-mexico.html