Es frecuente en las personas que consumen algún tipo de sustancia o realizan una conducta compulsiva, la presencia de síntomas relacionados con depresión, bajo estado de ánimo o sufrimiento emocional.Al inicio, el consumo de sustancias o la realización de la conducta adictiva genera bienestar, permite que el individuo se evada de emociones negativas, de conflictos, incrementa su seguridad, etc.
Sin embargo, pasado un tiempo, las emociones negativas comienzan a aparecer y el adicto empieza a experimentar emociones como tristeza, culpa, vergüenza, entre otras. De esta forma, es habitual que encontremos algún tipo de relación entre depresión y adicciones.
En esta relación entre depresión y adicciones, algunas veces lo primero que aparece es el trastorno del estado de ánimo; y en otras la adicción.Existen casos en los que la persona presenta un trastorno del estado de ánimo inicialmente, y utiliza el consumo de sustancias / emisión de una conducta adictiva con el objetivo de paliar / mejorar los síntomas propios del trastorno depresivo (apatía, anhedonia, dificultad para tomar decisiones, evasión de emocionalidad negativa, etc.).
La depresión es un factor importante que puede llevar al uso de sustancias. Una de las principales motivaciones para consumir drogas, medicamentos controlados y alcohol es la búsqueda de escape que da el placer instantáneo de las sustancias adictivas.
Cuando nuestra salud emocional no está bien y tenemos algún desorden de estado de ánimo o depresión, el riesgo de iniciar un consumo “recreativo” que fácilmente pasa a ser una adicción, es muy alto.
Las ideas que miniman el riesgo de “consumir sólo una vez”, porque no pasa nada o que probarlo sea inofensivo, son engañosas. El efecto del consumo varía de persona a persona dependiendo de su estado emocional, su contexto familiar y la etapa de la vida que este atravesando.
Lo que puede ser peligroso cuando se conjunta con una depresión y una falta de recursos emocionales para enfrentar una realidad difícil, así como una falta de apoyo familiar y social.
Los factores de riesgo son señales a seguir para detectar el inicio de una actitud dañina que pueda generar en una dependencia adictiva, así como para generar estrategias de prevención. La información es la herramienta más poderosa para educar en las causas y consecuencias de las adicciones, para prevenirlas, así como para detectarlas a tiempo y pedir ayuda profesional.