El Adicto como Chivo Expiatorio

el-adicto-como-chivo-expiatorio-clinica-nuevo-ser-tijuana

Desde que la humanidad comenzó a crear sistemas ha existido la necesidad de nombrar a alguien quien cargue con las culpas del grupo, alguien por medio del cual el grupo pueda expiar culpas y liberar tensión por problemáticas que se lleguen a presentar.

En la actualidad, se le denomina chivo expiatorio a aquel miembro de un grupo o sistema cuyo rol radica en dirigir todas la tensión o problemática presente para que funcione como liberador de presión y de esta manera el resto del sistema pueda permanecer “sano” y funcionando de manera adecuada aun a costa del bienestar del elegido para jugar este papel. La designación de este miembro del grupo puede ser de manera inconsciente y en base a las necesidades de cada sistema.

En una familia en la que existe un miembro adicto es fácil elegir a este como chivo expiatorio pues a la vista de quienes componen el grupo familiar, el consumidor es aquel que genera problemas o tensión dentro del sistema. Es frecuente que se culpe al adicto de problemáticas que ni siquiera lo involucren o aun a pesar de que este ya no esté dentro del sistema de manera presencial.chivo expiatorio

Si bien, una familia puede estar comprometida en el proceso de recuperación de un miembro consumidor es importante remarcar el hecho de que el rol del chivo expiatorio muy difícilmente se puede eliminar dentro del sistema familiar, por tal motivo los miembros buscan llenar ese hueco con un miembro perteneciente al grupo o incluir a alguien que pueda ocupar este papel.

En algunos casos, la necesidad de tener cubierto este rol dentro de una familia es tan fuerte que inconsciente e indirectamente los miembros pueden llevar al miembro recuperado de la adicción a consumir de nuevo para llenar ese vacío y el sistema pueda continuar con la dinámica enferma arraigada por años.

Para evitar este tipo de situaciones es importante que la familia también trabaje un proceso de recuperación en el cual se vivan como familiares de un adicto, en algunos casos como codependientes y que se integren al proceso de sanación de su familiar para eliminar cualquier rastro de dinámica insana de la familia y que al momento de reintegrar al miembro adicto, esto se pueda dar sin la necesidad de que en la familia tenga que existir un chivo expiatorio.

Autor: Lic. en Psic. Luis A. Hernández Valdivia