Tijuana es una ciudad que día con día crece enormemente, el flujo constante de migrantes de la zona centro y sur del país hace que la necesidad de crecimiento de la ciudad sea cada vez mayor. Como aparente solución, se han construido una serie de fraccionamientos en las periferias de la ciudad que sirven únicamente como hábitat, pero que no cumplen con las características necesarias ni dignas de una desarrollo habitacional.
La poca atención puesta por los niveles de gobierno y las asociaciones civiles a estos desarrollos habitacionales han hecho de ellos un foco rojo en lo que se refiere al tema del consumo de drogas, tanto legales como ilegales. El deterioro, no solo físico sino también social, de estas comunidades las convierte en zonas en las que tanto niños como adolescentes recurren al consumo de sustancias como escape de la realidad que viven y motivados por la idea con conformismo y derrotismo que el ambiente en el que crecen les genera.
El desarrollo comunitario así como la regeneración urbana enfocados a estas comunidades desde una perspectiva social y clínica con disciplinas como la psicología comunitaria, la pedagogía e incluso la sociología puede generar que los habitantes de estas comunidades, en su mayoría migrantes, que ellos mismos hagan de sus desarrollos comunitarios lugares más saludables en los que los más pequeños puedan mantenerse al margen del consumo de drogas.
“Con el trabajo comunitario podrías prevenir trastornos que en un futuro, como psicólogo, nos podrías encontrar en un consultorio” (Montero, 1984). Maritza Montero a lo largo de su trabajo hace referencia a que hay problemáticas que se pueden trabajar desde una raíz social, tal es el caso del consumo de estupefacientes en la que generando ambientes más saludables tanto en lo comunitario como en lo familiar, en las que los niños y adolescentes tengan espacios recreativos aptos y un medio ambiente físico y social sano, podríamos evitar problemáticas que a futuro se tendrían que corregir por medio de un tratamiento clínico de recuperación de adicciones, esto al menos, en estos nuevos desarrollos habitacionales y en las zonas más marginadas de la ciudad.
Referencias
- Montero, M. (1984). LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA: ORÍGENES, PRINCIPIOS y FUNDAMENTOS TEÓRICOS. Revista Latinoamericana de Psicología, Vol. 16, 387-400.
- Fleiz, C., Gutiérrez, M., Medina, N.,Rojas, E. (2009). TENDENCIAS DEL CONSUMO DE DROGAS DE 1998 A 2005 EN TRES CIUDADES DEL NORTE DE MÉXICO: CIUDAD JUÁREZ, MONTERREY Y TIJUANA. Salud Mental, Vol 32, 234-252.
- Cravioto, P., Galván, F., Medina, E. (2003). CONSUMO DE DROGAS ENTRE ADOLESCENTES: RESULTADOS DE LA ENCUESTA NACIONAL DE ADICCIONES, 1998. Salud Publica de Mexico. Vol 54, 213-255.
Autor: Lic. en Psic. Luis Hernández