El Mito del Control del Consumo de Drogas

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El mito más grande alrededor de las drogas es que podemos controlar su consumo. Gracias a ello es que la gran mayoría de las personas, particularmente adolescentes, prueban por primera vez una substancia adictiva.

La presión entre amigos y compañeros es un elemento clave para comprender el inicio del consumo de manera recreativa. Desde la idea de que “no pasa nada”, “sólo pruébalo”, se da un contexto social que da poca importancia los potenciales devastadores efectos del consumo de drogas. Sin embargo, estas ideas están muy alejadas de la realidad.

El consumir sólo una vez, el que no pase nada o que probarlo sea inofensivo varía ampliamente de persona a persona, dependiendo de su estado emocional, su contexto familiar y la etapa de la vida que este atravesando.

De acuerdo al National Instituto on Drug Abuse de Estados Unidos, el consumo incluso moderado de drogas puede convertirse en adicción, definiendo esta como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas.

Es un rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, pero la realidad es que la voluntad resulta insuficiente. La sustancia o actividad en cuestión controla a la persona, en lugar de ser al contrario.La falsa percepción de autocontrol es uno de los grandes paradigmas para entender las adicciones.

Los drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay más equivocado que esta creencia. Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las drogas es una ingenuidad. Es necesario tener bien claro que las adicciones se caracterizan por la negación y la falsa sensación autocontrol, cuando realmente lo que está sucediendo es un progresivo aumento de la dependencia a la sustancia y de daños a nivel psicológico, biológico y social.

El aumento de la tolerancia y las conductas detstructivas sólo van a continuar empeorando y las consecuencias pueden llegar en cualquier momento a ser irreversibles. De igual manera, los riesgos de consumir drogas no se limitan a desarrollar una alta dependencia a las mismas, sino al constante riesgo en el que se coloca el o la consumidora al perder control sobre sus decisiones y sus sentidos.

De acuerdo a datos de la Secretaria de Salud, el 25% de los accidentes automovilísticos en México son a causa de manejar bajo la influencia de las drogas, por ejemplo.

Si tu ser querido te dice que lo puede controlar, está es la primera señal de alarma para pedir ayuda lo más pronto posible, pide información confiable y fidedigna de centros de rehabilitación de adicciones profesionales.

El paso más asertivo a dar es buscar ayuda de los expertos en drogadicción y alcoholismo, hacerlo a tiempo puede salvar la vida de tu ser querido.