El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno mental en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) y comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan a hacer algo una y otra vez (compulsiones).

Tal vez intentes ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta la angustia y la ansiedad. En última instancia, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan, estos vuelven una y otra vez. Esto produce un comportamiento más ritualista: el círculo vicioso del TOC.

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden tener obsesiones, compulsiones o ambas cosas. Algunas personas con este trastorno también tienen un trastorno de tics. Los tics motores son movimientos repentinos, breves y repetitivos, como parpadear excesivamente, hacer muecas faciales, encoger los hombros o sacudir la cabeza o los hombros.

Las obsesiones pueden incluir:

  • Tener miedo a los gérmenes o a contaminarse
  • Tener ansiedad de perder o extraviar algo
  • Preocuparse de que alguna cosa mala le ocurre a sí mismo u a otros
  • Tener pensamientos no deseados y tabúes sobre el sexo, la religión u otras cosas
  • Mantener las cosas simétricas o en orden perfecto

Las compulsiones pueden incluir:

  • Limpiar o lavar excesivamente una parte del cuerpo
  • Mantener o almacenar objetos innecesarios
  • Ordenar o arreglar las cosas de una manera particular y precisa
  • Comprobar repetidamente las cosas, como asegurarse de que la puerta esté cerrada o que el horno esté apagado
  • Contar repetidamente las cosas
  • Querer ser tranquilizado constantemente

Aunque no se sabe a ciencia cierta qué causa el TOC, los investigadores han encontrado que varias partes del cerebro, así como ciertos procesos biológicos, desempeñan un papel clave en los pensamientos obsesivos y el comportamiento compulsivo, así como en el miedo y la ansiedad relacionados. Los investigadores también saben que las personas que han sufrido traumas físicos o sexuales tienen mayor riesgo de presentar el trastorno obsesivo-compulsivo.

El TOC puede volverse un fuerte impedimento para llevar a cabo una vida cotidiana que le permite a la persona ser feliz, las obsesiones y las compulsiones suelen aislar a las personas de sus amistades y familiares, incluso generando que pierdan su trabajo y el interés en otras actividades.

Buscar ayuda es el primer paso, el trastorno obsesivo-compulsivo se puede tratar efectivamente, moderando sus efectos y permitiéndole a la persona desarrollar una vida digna en compañía de sus seres queridos. La terapia psicológica en conjunto con el apoyo de la psiquiatría y un equipo médico que acompañe el proceso tiene altas posibilidades de éxito para el manejo del TOC.