Hay quienes piensan que los límites no son necesarios cuando se tratan de relaciones saludables, pero cuando no se establecen límites claros, esas relaciones que al principio parecían saludables se pueden volver casi por arte de magia, en relaciones tóxicas de las que crees que no puedes escapar.En pocas palabras, los límites son límites que marcan lo que es aceptable de lo que no lo es en una relación. Es decir, lo que se acepta y lo que no se acepta en una relación entre dos personas.
Los límites son muy individuales, pero las personas con adicciones y quienes están cerca de ellos a menudo tienen problemas para establecer y mantener límites en las relaciones.
En el sentido literal de la palabra, un límite es una línea divisoria que separa un área de otra. Aunque un límite puede estar claramente marcado por en el terreno físico como en el suelo, nunca queda del todo claro exactamente dónde termina un área y comienza la otra. De manera similar, cuando usamos los límites de palabras para describir los límites y las reglas en las relaciones, se necesita un juicio honesto para decidir qué comportamientos “cruzan la línea”. Aquí radica la dificultad que tienen las personas con adicciones (o sin ellas) y sus seres queridos con los límites en las relaciones.
Dependiendo de la naturaleza relación con la persona adicta, ya se trate de una pareja, familiar como hijo(a)s, padres y/o hermana(o)s, los límites se deben de plantear de manera distinta. Por ejemplo, los padres hacia sus hijos pueden establecer condicionalidad y consecuencias claras dada la dependencia económica y patrimonial que comunmente existe. Por otro lado, en el caso de la pareja, los límites sanos implican delinear las comportamientos que no serám tolerados en la relación y que tendrían como consecuencia la disolución de la misma.
Sin embargo, la importancia de los límites en toda relación humana es lo que debe de quedar claro, particularmente cuando se trata de una persona adicta que prioriza su consumo o sus conductas adictivas por encima de todas las cosas y personas, ello implica un proceso de poner límites a la ayuda y apoyo que podemos brindarle para evitar caer en una relación tóxica y codependiente.
Poner límites a uno mismo sobre lo que está dispuesto a tolerar es dificil y lo es aun más establecerlos para los demás, pero es posible y es necesario para construir relaciones sanas, paz mental y tranquilidad emocional. Buscar ayuda terapeutica profesional es una de las mejores decisiones que se pueden tomar si se es familiar o se tiene una relación con una persona adicta, un profesional en la materia nos guiará sobre cómo establecer límites sanos para uno(a) mismo(a) y con nuestro ser querido.
De hecho, uno de los procesos más importantes de una recuperación sostenible en el tiempo, es el que embarca la familia y la pareja de la persona adicta, ya que esto sienta las bases a poner límites que eviten una recaida, o en su defecto, que permitan actuar a tiempo y detectar las conductas ante el riesgo de una.Informarse y apoyarse de profesionales en salud mental y adicciones es el consejo más importante que se puede dar para poner límites y construir relaciones sanas que abonen a nuestra felicidad y realización personal.