La Negación es parte de la Adicción

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La negación de una adicción es parte de un conjunto de distorsiones del pensamiento adictivo, como principal mecanismo de defensa para no aceptar la gravedad de la enfermedad y sus consecuencias.
La principal función de la negación es evitar tener conciencia de las consecuencias que tiene una adicción en la vida de que consume, protegiéndose así del dolor que implica reconocer el daño que se inflige a sí mismo y a sus seres queridos.
Existen otras conductas que acompañan a la negación, por ejemplo:
  • Minimización: Restarle importancia o significado a los eventos relacionados con las consecuencias de la adicción.
  • Racionalización: Asignar una razón lógica a algo que no la tiene o que és por naturaleza irrazonable.
  • Justificación: Justificar el uso en virtud de algo que ocurrio en el pasado o por la forma en que lo tratan o por cualquier otra condición existente en la vida del adicto
  • Proyección: Ver en los demás los problemas que el adicto está pasando en su propia realidad, de modo que puede culpabilizar a otros de su problema.
  • Futurización: Salirse de la realidad presente y vivir en el futuro como una manera de no ponerse en contacto con su realidad presente.
El pensamiento adictivo le permite al adicto continuar con la conducta y/o el consumo sin enfrentar el dolor de asumir la responsabilidad de ello, de ahí la importancia de reconocer la negación como una herramienta psicológica patológica que es parte de la misma enfermedad.
Un problema importante a considerar es que alrededor de una persona adicta suele haber seres queridos codependientes que caen en la misma conducta de negación o minimización de la situación, consintiendo y justificando el consumo de la persona; lo que, en vez de ayudar, empeora notablemente la situación posponiendo la búsqueda de ayuda.
Estos son algunos de los principales obstáculos para que quien consume, así como su circulo cercano de amistades y familia no pidan ayuda hasta un punto de quiebre o crisis donde se toca fondo.
Evitar llegar a un punto de quiebre y pedir ayuda a tiempo es una excelente forma de prevenir consecuencias mayores de una adicción, así como de facilitar el proceso de recuperación. Sin embargo, en cualquier momento del proceso pedir ayuda hará la diferencia.
Existen servicios como la Intervención en Crisis que a través de una estrategia construida en conjunto con la familia y profesionales en adicciones, para que la persona adicta acepte un tratamiento.
De igual manera, a través de un tratamiento digno, integral y holístico en donde se atienden todas las áreas que componen una adicción, las distorsiones del pensamiento, incluida la negación, se trabajan para que la persona acepte su responsabilidad e inicie el camino de reparar el daño que se ha hecho a sí mismo como a los demás.
Recuerda, siempre es buen momento para pedir ayuda, asesórate de un profesional.