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Segunda Semana de un Adicto Desintoxicación, por MCBF
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Lunes 30 de noviembre del 2015
Comenzamos una segunda semana de desintoxicación.
Llamada a la clínica:
Dr. Ramirez, el día de hoy he recibido muy buenas noticias, R va muy bien, ya está fuera del proceso de desintoxicación, totalmente integrado al grupo, ya no ha tenido brote psicótico solo el que tuvo en casa.
El Psiquiatra le hizo una revisión general y ya le quitó el medicamento antipsicótico. Durante las semanas lo van a estar evaluando para ver si no hay secuelas.
Feliz y agradecida con Dios.
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Martes 1º. De diciembre 2015
No cabe duda que cuando realmente experimentas a Dios dentro de ti, eres agradecida, te das cuenta que todo lo que sucede a tu alrededor es una bendición, que Dios no castiga, sino que te acompaña en todo momento, muestras su amor a todos los que te rodean, analizas mejor las cosas, tienes capacidad de enfrentar todo sin miedo y con sabiduría, no hay necesidad de perdonar porque no te sientes herido, al estar hechos a su imagen y semejanza tienes las herramientas necesarias para enfrentar a todo lo que te enfrentas.
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Miércoles 2 de diciembre 2015
A las 10:30 a.m., J y yo salimos de casa para ir a Playas de Tijuana, aprovechamos en lavar el coche, y mientras se lavaba nos fuimos a la playa, estuvimos 1 hora disfrutando de la maravilla que es el mar. Escuchando el golpeteo de las olas, el cielo azul, las gaviotas volar sobre nosotros. Después fuimos a comer a Titos, unos tacos muy buenos de mariscos y al terminar nos dirigimos a la Clínica.
En la clínica nos registramos, dejamos nuestras bolsas en la recepción y esperamos a que todas las familias de los pacientes llegaran para la cesión con la psicóloga.
Nos indicaron que ya podíamos pasar, y vimos a R, el cual cuando nos vio se levanto y vino a saludarnos a abrazarnos y bueno habló 1º. De todas sus preocupaciones de sus deudas y le dije que estuviera tranquilo que nos estábamos haciendo cargo de eso.
Luego pasamos a un salón grande, los pacientes y familias, nos sentamos todos en diferentes lugares, no podemos estar sentados juntos, y comenzamos a presentarnos, algo muy duro fue decir mi nombre y decir mamá de un adicto, esa palabra es muy fuerte, pero es algo que tenemos que hacer consciente, R todavía no cree que es un adicto, espero que poco a poco se haga consciente de su realidad.
Comenzó la sesión, nos pidieron absoluta discreción y que lo que se hablara ahí se quedaba ahí, no puedo hablar de lo que se compartió pero si voy a hablar de los sentimientos que viví en ese momento, mi 1er. Sentimiento fue de mucha tristeza, de ver a los pacientes con tanto dolor en su ser, el haber encontrado en la droga y/o el alcohol una salida y de que pesar de ya estar en una clínica todavía no se dan cuenta de las consecuencias que les trajo en haberse inclinado por las drogas, muchos de ellos por lo que vi lo heredan de sus propios padres, eso todavía me dio mas tristeza, también vi muchos padres enojados, tristes, otros ni siquiera se presentaron. A R lo vi muy tranquilo. Lo veo muy seguro de que él no es un adicto.
Terminando la sesión, tuvimos oportunidad de estar con él y charlar, tanto J como R se abrazaron y se pidieron perdón mutuamente, y R algo que si está muy preocupado es por su hermana M, tenía mucho temor que ella se diera cuenta de su situación, y pues bueno el brote psicótico nos hizo ver que la marihuana estaba actuando en forma muy negativa en su cuerpo.
El recordó muchas cosas de lo que vivimos ese fin de semana, y otras no. Si está abierto a que en la clínica lo están ayudando a tener herramientas para salir adelante, y creo que poco a poco se va a dar cuenta de que si es un adicto. J habló con él, le dijo que sentía mucho dolor de verlo tan lastimado.
Terminó la sesión como a las 5 de la tarde y salimos con muchas cosas en la cabeza, estuvo fuerte lo que vivimos ahí en la clínica y preferimos hablar de otras cosas. Fuimos por M a su colegio, ya que tuvo un partido y de regreso hablamos por teléfono con mi marido y le contamos lo que vivimos esa tarde.
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Jueves 3 de diciembre del 2015
No todas las personas somos iguales, unas son mas fuertes que otras, hay quienes tenemos amigos verdaderos y logramos poder desahogar nuestros problemas, pero hay ocasiones en donde nos topamos con gente que nos va a hacer daño y si no estamos fuertes y conscientes de nuestras emociones esas personas van a lograr su objetivo.
Es por eso que R, dejó de confiar en las personas, y bajo su depresión tomó una decisión de la cual ahora está viviendo las consecuencias. Yo como madre que lo ama entrañablemente, lo estoy acompañando en este proceso, sin culpas, y si hacerlo ver en la responsabilidad de sus actos.
Me doy cuenta que es muy difícil buscar y encontrar respuestas, pero lo que si puedo hacer es acompañarlo en este tropiezo y ayudarlo a tener la fuerza necesaria para salir adelante.
Ya él tomó una decisión importante y fue su cambio de residencia. Ya está comenzando un camino nuevo, conocer gente nuevo y acompañado por nosotros.
Estamos apenas en todo el proceso de curación, falta mucho, pero el amor, la paciencia, la voluntad y el tiempo saldremos adelante.
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Viernes 4 de diciembre de 2015
Hoy pude hablar con R en la Clínica, solo fueron 5 minutos, pero tratamos de aprovecharlos lo mas posible, por lo que me dice nos extraña mucho y nos necesita, está pendiente de que no fallemos a las visitas de los miércoles y estuvo agradecido por mi llamada.
Yo todavía ando un poco inconforme con el título de adicto, pero supongo que esa será la manera de que R se dé cuenta de que se hizo daño a él y a nosotros. Algo que aprendí en el desarrollo humano es no etiquetar a las personas por sus acciones, y me cuesta trabajo etiquetar a mi hijo con esa palabra.
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Sábado 5 de diciembre del 2015.
Nos levantamos temprano y fuimos mi marido y yo a andar en bicicleta, de verdad que es toda una terapia, me atreví a hacer una vuelta mas grande de la que común mente hago y lo logré, cada vez que me pongo un reto lo logro y eso me da mucha satisfacción, esa sensación de libertad que te da el andar en bici, el disfrute de la naturaleza, el control de la respiración, sentir los latidos de tu corazón, poner fuerza en las piernas en cada pedaleo, ir bebiendo agua, todo es un conjunto de cuerpo, mente, alma y espíritu, es una gran sensación de felicidad.
Esto está siendo para mí una gran terapia.
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Domingo 6 de diciembre de 2015
Si volvimos a salir a andar en bici, en esta ocasión hicimos un plan para acompañarnos, mi marido va muy rápido en las bajadas y yo voy muy rápido en las subidas, por lo que en las bajadas yo iba enfrente y en las subidas él iba enfrente, por lo que todo el recorrido estuvimos acompañados.
Al llegar a casa, mi marido habló conmigo sobre R, está enojado, está triste, está decepcionado, de que se hallan roto las reglas, de que hubiese metido droga, nosotros somos residentes permanentes en USA y M está en trámites, por lo que todo esto puede truncar nuestros deseos de ser un día ciudadanos. Nos puso en peligro a todos, cuando tuvo el brote psicótico. Quiere proteger a los que estamos en casa y tiene todas la razón.
Yo le di mi punto de vista, sobre todo porque en estos 4 meses conviví mucho con él y tuve la oportunidad de hablar mucho, de escucharlo y de ver todo lo que había sufrido en el pasado, y en la manera de cómo ya quiere sanar todas esas heridas. Le comenté que ahora es mas cuando mas nos necesita, si no confía en nadie mas que a nosotros, no podemos pedirle que se vaya de casa, si hablar fuerte con él y hacerle ver cómo están las cosas, y si vuelve a romperlas entonces si tomar cartas sobre el asunto, no creo que le pueda ayudar en nada que le pidamos que se vaya, todo lo contrario. Esa es mi manera de pensar, claro que yo le dije que tenía razón, que la verdad dolía, pero que al mismo tiempo somos sus padres y si podemos ayudarlo por qué no? Nos abrazamos, yo lloré, y bueno me dijo que todavía no había tomado una decisión, espero que la decisión que tomemos sea lo mejor para él y toda la familia.
En todo el día he pensado de lo que hablamos por la mañana, y debo de tranquilizarme y no pensar en cosas hasta que tomemos una decisión final, me duele mucho todo esto que estamos pasando, no lo esperábamos, menos de él, no quiero juzgarlo, no quiero culparme, pero una decisión firme tendremos que tomar. Y hacerlo responsable, no puede seguir como un niño inmaduro y no darse cuenta de las cosas, ya es un adulto y tiene que saber en discernir y empezar a tomar un buen camino.