Dar el paso de aceptar que existe un problema es por sí mismo un gran reto, posterior a ello, animarnos a pedir ayuda representa enfrentarnos a muchos miedos. ¿De verdad será lo que necesito?, ¿cómo serán los centros de rehabilitación de adicciones?, ¿cómo me van a tratar?, ¿qué tal que un tratamiento no es suficiente?; estas, entre muchas otras son dudas muy comunes que evitan que levantemos el teléfono y pidamos ayuda de especialistas.

Ya sea que tu seas la persona consumiendo o sea tu ser querido, no es fácil enfrentar el hecho de que la situación se ha salido de nuestras manos, que no es una actividad recreativa, sino que es una adicción o un problema de salud mental que está afectando todas las áreas de nuestra vida y necesitamos ayuda profesional.

El proceso complejo de salir de la negación, de lidiar con sentimientos de vergüenza, de presión social y de impotencia personal, aunado a el miedo a que nuestro ser querido reciba la ayuda que necesita con un trato humano y digno que lo lleve por el camino de la sanación; son barreras que nos mantienen en una falsa “zona de comfort”.

Existen estrategias probadas para salir de este momento de estancamiento y permitir que sea más fuerte nuestro impulso por la recuperación y el miedo real a que las consecuencias de una adicción se vuelvan irreversibles sean catalizadores para pedir ayuda.

¡Lo más importante es empezar por disipar tus principales dudas!

Infórmate: Investiga tus opciones, tanto de los distintos tipos de tratamiento que existen para enfrentar el problema, como de los centros de rehabilitación disponibles:

  1. a) Contempla que el mejor centro de rehabilitación no es el que está más cerca de ti necesariamente, si no el que tiene el tratamiento y las instalaciones adecuadas para las necesidades de tu ser querido.
  2. b) El profesionalismo, así como el trato humano y digno deben de ser pilares del centro de rehabilitación que escojas.
  3. c) Un tratamiento integral que incluya a la familia en el proceso es base para una recuperación sostenible en el tiempo.
  4. d) ¡Habla y pide informes! Una consulta personalizada y sin compromiso es lo que necesitas para recibir la orientación y guía necesarias para dar el siguiente paso.

Con la información en la mano platica con quienes sabes que te pueden apoyar en este proceso, no tienes por que vivir esto sólo, siempre hay quien pueda estar de tu lado y avanzar juntos hacia el camino de la recuperación.