Uno de los problemas más grandes en lo que se refiere a la desinformación del consumo de alcohol y drogas es que lo podemos controlar, en sus dosis y su frecuencia. Esto refleja una negación de las reacciones neurológicas y biológicas que produce el consumo de alcohol y drogas, la adicción no es psicológica, es biológica y su única tendencia es a aumentar.

La desinformación y la minimization de los efectos fisiológicos de las drogas y el alcohol l es una de las principales razones detrás de la aceptación de la presión social. Frases como: “no pasa nada”, “sólo una vez”, “probarlo no te hace adicto”, entre otras; son ejemplos concretos de cómo la falta de información certera, la presión social, más el estrés y otras situaciones de nuestra vida son detonadores de las adicciones.

En efecto, estas ideas están muy alejadas de la realidad. El consumir sólo una vez, el que no pase nada o que probarlo sea inofensivo varía ampliamente de persona a persona. De acuerdo al National Instituto on Drug Abuse de Estados Unidos, el consumo incluso moderado de drogas puede convertirse en adicción, definiendo esta como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas.

Ahora, más allá del inicio del consumo, un rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, pero la realidad es que la voluntad resulta insuficiente. La negación de una adicción se justifica a través del “yo lo puedo controlar”, cuando realmente es la sustancia la que controla a la persona y no al contrario. La falsa percepción de autocontrol es uno de los grandes paradigmas para entender las adicciones.

Las personas adictas creen que pueden controlar la droga o el alcohol: la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay más equivocado que esta creencia. Es necesario tener bien claro que la desinformación de los procesos fisiológicos que conducen al consumo de drogas o de alcohol de manera “recreativa” u ocasional es un detonante para la formación de la adicción.

Aunado a ello, que posteriormente las adicciones se caracterizan por la negación y la falsa sensación autocontrol, cuando realmente lo que está sucediendo es un progresivo aumento de la dependencia a la sustancia y de daños a nivel psicológico, biológico y social. El aumento de la tolerancia y las conductas detstructivas sólo van a continuar empeorando y las consecuencias pueden llegar en cualquier momento a ser irreversibles.

De igual manera, los riesgos de consumir drogas no se limitan a desarrollar una alta dependencia a las mismas, sino al constante riesgo en el que se coloca el o la consumidora al perder control sobre sus decisiones y sus sentidos. De acuerdo a datos de la Secretaria de Salud, el 25% de los accidentes automovilísticos en México son a causa de manejar bajo la influencia de las drogas, por ejemplo.

Si tu ser querido te dice que lo puede controlar, está es la primera señal de alarma para pedir ayuda lo más pronto posible, pide información confiable y fidedigna de centros de rehabilitación de adicciones profesionales.

El paso más asertivo a dar es buscar ayuda de los expertos en drogadicción y alcoholismo, hacerlo a tiempo puede salvar la vida de tu ser querido.