Además del consumo de drogas más comunes, existen adicciones de distintos tipos, algunas que por falta de información, no reconocemos como un proceso adictivo, de ahí la importancia de conocerlas e identificarlas.

Las dos grandes categorías que las engloban son las adicciones a sustancias y las adicciones conductuales, lo que ambas comparten es el mismo proceso de evolución y una sintomatología que las caracteriza como una adicción.

La Adicción a las Sustancias

Este tipo de adicción se refiere a cuando una persona es adicta a una sustancia o compuesto químico que le brinda el estado de satisfacción o bienestar. La persona cuando consume recibe una recompensa debido a las sustancias químicas que segrega en su cerebro. El problema es que este órgano empieza a dejar de producirlas normalmente cuando el individuo frena el consumo; trayendo como consecuencias diferentes tipos de síntomas asociados al síndrome de abstinencia.

Lo más común que conocemos de la adicción a las sustancias son las drogas ilegales, como la marihuana, cocaína, la metanfetatima, los alucinógenos, entre otros; más estas no son las únicas sustancias que nos pueden generar dependencia, ser peligrosas para nuestra salud y generar una adicción.

Existen muchos productos legales y bastantes comunes en la sociedad como los medicamentos que se obtienen con receta médica, entre ellos la codeína, los opioides y los tranquilizantes; así como sustancias adictivas de libre venta como lo es el alcohol, la nicotina y la cafeína.

Los anteriores pueden generar adicciones difíciles de tratar, con altos riesgos a la salud, así como con transformaciones conductuales que trastocan nuestra vida familiar y profesional.

Que sean legales no significa que no sean dañinas y que no se deba consultar a un profesional en adicciones ante los primeros síntomas de dependencia.

Adicciones Conductuales

En este caso nos referimos a cuando una persona es adicta a algún tipo de comportamiento que le genere esa sensación de bienestar. A pesar de no hacer uso de ninguna sustancia, estos individuos pueden presentar síndrome de abstinencia muy similar a los que consumen drogas.

Las adicciones conductuales se tratan igual que las adicciones a sustancias. Los comportamientos que facilitan el despertar de la adicción son:

  • Juego
  • Sexo
  • Nuevas tecnologías (internet, móvil, redes sociales, videojuegos)
  • Compras
  • Trabajo
  • Codependencia

En el caso de los trastornos de la conducta alimentaria engloban varias enfermedades crónicas y progresivas, compuestas por una gama muy compleja de síntomas que van más allá de la propia conducta alimentaria, como una alteración o distorsión de la imagen corporal, un gran temor a subir de peso y la adquisición de una serie de valores que se manifiestan a través de la imagen corporal. Son enfermedades que requieren de un análisis multifactorial (individuo-familia-sociedad).

Es importante tomar en cuenta que las adicciones pueden interrelacionarse y, de una adicción conductual como la obsesión con la comida o la anorexia puede derivar en uso de drogas para controlar el peso o la cocaína para perder el apetito.

La sustitución de una dependencia por otra, sea entre drogas o entre comportamientos, que aporten niveles de intensidad similares también puede darse y les llamamos adicciones cruzadas. Por lo que se puede observar que las adicciones tienen procesos complejos e individuales que requieren un acercamiento profesional y personalizado para poder atender e manera integral las causas y tipos de adicciones, así como la raíz del comportamiento adictivo.

Pedir ayuda profesional es la forma más segura de llegar a una solución apropiada para el caso de nuestro ser querido.