Culturalmente, la mayoría de las personas tienden a asociar el alcoholismo a los hombres y olvidan que las mujeres también son víctimas cada vez más frecuentes de esta enfermedad.
Lo cierto es que muchos factores como la pandemia, la violencia doméstica, el estrés laboral, la presión de ser madres, las dificultades económicas y la brecha salarial están aumentando los casos de mujeres que dejan de beber socialmente para buscar en el alcohol un escape a los problemas de la vida diaria.
Además, pocas veces se habla de cómo la adicción afecta diferente a cada género, pero así es. El alcoholismo en mujeres es diferente a los hombres. ¿Por qué exactamente? Descubrirlo es la primera parte para ayudar a una conocida amiga o miembro de la familia que atraviesa esta difícil situación.
Infórmate y actúa.
La química de las mujeres y el alcohol
Primero que nada, debes saber que, química y genéticamente, las mujeres tienden a absorber mucho más alcohol que los hombres debido a su estructura corporal constituida por menos agua y más tejido adiposo. Esto quiere decir que las mujeres son más propensas a resentir las consecuencias de beber en exceso.
Por otro lado, muchos estudios han demostrado que beber en exceso aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres que beben 3 copas a la semana, incrementan la probabilidad de padecer esta enfermedad en un 15% y enfrentan dificultades para lidiar con condiciones como la diabetes o la presión arterial.
¿Y en cuanto a la salud mental?
Las mujeres también son más propensas a ser diagnosticadas con depresión, ansiedad y agotamiento crónico, por lo que recurrir a drogas o al alcohol para “aliviar” una situación estresante puede hacerlas caer en una adicción más fácilmente.
Su salud sexual y reproductiva también se ve afectada
Muchas mujeres que consumen alcohol en exceso también experimentan problemas de infertilidad o para lograr que sus embarazos lleguen a término. Y en caso de que beban mientras están embarazadas, es muy probable que sus hijos o hijas sufran problemas en el desarrollo.
Beber en exceso también las hace más vulnerables a sufrir abuso sexual y contraer enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Discriminación en el tratamiento
Y como si todo esto no fuera suficiente, las mujeres también son tratadas de manera diferente a los hombres cuando deciden pedir ayuda profesional en un centro de rehabilitación.
Ellas no solo se ven limitadas por los gastos del tratamiento, también reciben menos apoyo de sus familias y se les dificulta encontrar quien se encargue de cuidar a sus hijos.
Las mujeres también suelen ser señaladas, juzgadas, y deben enfrentarse al estigma de ser “malas madres, esposas o hijas”.
Como puedes ver, el alcoholismo en mujeres es diferente a los hombres en absolutamente todos los sentidos, por lo que debemos ser muy empáticos y escuchar antes de juzgar cuando intentamos ayudar a una amiga, conocida o miembro de la familia.
Clínica Nuevo Ser es un centro de tratamientos de adicciones ampliamente especializado para tratar hombres y mujeres de manera personalizada e individual.
Además, una de sus ventajas es que todos sus programas enfocados a adicciones están complementados con tratamientos para la depresión, la ansiedad o el estrés; por lo que cada paciente que es dado de alta de esta clínica, cuenta con las herramientas necesarias para afrontar los retos y obstáculos de la vida de manera saludable.
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