Cuidar de la salud mental suele no estar en las principales prioridades de las personas, solemos pensar que solas o solos podemos lidiar con las dificultades y salir “bien librados”, sin embargo, la vida es compleja y nuestra salud emocional es esencial para que generemos estrategias sanas para enfrentar los obstáculos y las crisis.
Los Trastornos Alimenticios son un ejemplo de los riesgos que podemos incurrir cuando no cuidamos de nuestra salud mental. Los trastornos alimenticios son manifestaciones extremas de una variedad de preocupaciones por el peso y la comida experimentados por mujeres y hombres.
Los signos de deterioro de la salud mental que llevan a un Trastorno Alimenticio inician desde la infancia y/o adolescencia. Los principales son: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el comer compulsivamente. Todos éstos son problemas emocionales serios que pueden llegar a tener consecuencias mortales.
Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que emergen de la combinación de conductas presentes por largo tiempo, factores biológicos, emocionales, psicológicos, interpersonales y sociales.
Aunque los trastornos alimenticios pueden comenzar con preocupaciones por la comida y el peso, son mucho más que solamente comida. La gente con trastornos alimenticios utiliza la comida y el control de la comida como un intento para compensar los sentimientos y emociones que de otra manera son vistos como insoportables.
Para algunos, la dieta, los atracones y la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas y para sentirse en control de su vida personal, pero al final estos comportamientos dañan la salud física y emocional, la autoestima y la sensación de competitividad y control de la persona.
Factores psicológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
-Baja autoestima
-Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
-Depresión, ansiedad, enojo y soledad
Factores sociales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
-Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto”
-Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras
-Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas
Afortunadamente, es posible tratar los trastornos de la alimentación. Las personas con trastornos de la alimentación pueden mejorar y aprender, gradualmente, a comer más y bien, como sus familiares y amigos.
Los trastornos de la alimentación involucran al cuerpo y la mente. Por eso, con frecuencia, el tratamiento y la recuperación estarán a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y nutriólogos.
Si deseas hablar con alguien acerca de los trastornos de la alimentación no dejes de pedir ayuda profesional de un especialista en trastornos alimenticios, en Clínica Nuevo SER tenemos más de 25 años tratando pacientes con Anorexia, Bulimia o Trastorno de Atracón; con gusto uno de nuestros especialistas te puede asesorar de manera personalizada, gratuita y sin compromiso.