El alcoholismo tecnicamente no tiene cura, ya que es una enfermedad crónica que se relaciona no sólo con la necesidad de consumir bebidas alcohólicas, sino con un entramado de comportamientos y dinámicas sociales que promueven la adicción.
Sin embargo, el alcoholismo sí se puede controlar de manera exitosa siguiendo el tratamiento adecuado, una persona alcohólica se puede recuperar y vivir sobria el resto de su vida cuando recibe la ayuda profesional que necesita y transforma sus hábitos y círculos sociales.
El alcoholismo se puede definir como la incapacidad de controlar el consumo de alcohol debido a una dependencia física y emocional. Una de sus principales características es el consumo recurrente de alcohol a pesar de los problemas legales, de salud, familiares y laborales que esto causa en sus vidas.
Algunos signos claves del alcoholismo son:
-Una fuerte necesidad de beber
-Incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó
-Síntomas de abstinencia cuando deja de beber.
-La necesidad de beber cada vez más cantidad de alcohol para sentir el mismo efecto.
Estas señales nos sirven para identificar que no se trata de un “estilo de vida”, un “bebedor social” o alguien “mala copa”, sino de una enfermedad que requiere de un tratamiento profesional para atenderse, controlarse y construir las bases para una vida en sobriedad. El alcoholismo se puede dejar atrás cuando se recibe la ayuda adecuada.
Eltratamiento para el alcoholismo empieza aceptando que existe una enfermedad, que no es un estilo de vida sino un problema de salud que debe atenderse por profesionales. Cuando distinguimos la diferencia y nos damos cuenta de cómo el consumo de alcohol frecuente y en exceso está afectado la vida cotidiana y el contexto de nuestro ser querido, el siguiente paso es buscar asesoría profesional.