Los trastornos alimenticios son un tema conocido principalmente en las jóvenes que buscan una imagen «perfecta», podríamos pensar que este solo es cuestión de moda, la imagen social que hoy en día muestran televisoras, redes sociales, etcétera, sin embargo esta problemática va más allá de lo que imaginamos, por lo que la atención de este problema necesita apoyo multidisciplinario, al igual que una adicción.
Un trastorno alimentario puede detonarse por diversos factores, presión social, familiar, baja autoestima, inseguridad, buscando compensar lo anterior con una imagen «perfecta», los comentarios de familiares, de amistades que tienen una fijación en la imagen pueden llegar a detonar una problemática alimentaria, no solo está relacionado con dejar de comer, someterse a dietas restrictivas y rígidas, o comer compulsivamente y posteriormente vomitar para evitar subir de peso. Quien presenta este tipo de problemáticas vive en una constante obsesión por comer, no comer, no subir de peso, tal obsesión es un miedo constante, distorsionando su imagen de la realidad, es esta una de las razones por las cuales pueden llevar a la muerte, ya que nunca es suficiente, y no logran darse cuenta en que momento necesitan parar.
Nunca es suficiente, esta es una de las frases que circulan en páginas donde fomentan estas conductas, dando consejos para lograr el objetivo, aunque podríamos pensar que el cuidar de una imagen es mayor en las mujeres, hoy en día este tipo de problema en los hombres va en aumento, es decir hablar de un trastorno alimenticio es de interés en general.
¿Por qué se necesita un tratamiento multidisciplinario, terapéutico, psiquiátrico, medico, nutricional y familiar?, este problema afecta todas las áreas de la vida, ya que la alimentación es una necesidad básica y el individuo no disfruta, vive una insatisfacción constante en su vida, afectando su desarrollo, centrándose únicamente en como se ve, cuánto pesa, si es lo demasiado delgado para ser aceptada, experimentando emociones negativas, aislándose, afectando sus relaciones interpersonales, esto a nivel emocional, físicamente la falta de una alimentación balanceada y adecuada provoca alteraciones graves.
Lo más preocupante de este problema es la dificultad para detectarlo a tiempo por los familiares, ya que al ver a una persona con un peso menor, los comentarios no se dejan esperar, alentando al individuo sin darse cuenta, con las felicitaciones y comentarios tales como; te ves genial, que bueno que bajaste de peso, te ves más bella, que diferencia, sigue cuidándote, entre otros, fomentando las creencias erróneas de nuestro mundo superficial,
«entre más delgada más bella».
Dejemos de hacer caso a las creencias que nos llevan a un deterioro físico, emocional y espiritual. Fomentemos el amor propio, aceptación, no por cuanto pesas o mides, sino por una aceptación real de quienes somos y generar mayor seguridad y auto estima que promueva un desarrollo sano, disfrutando de nuestro cuerpo y vida plenamente, dejemos de alentar la superficialidad. Mantenernos alerta con este tipo de problemas podría disminuir el avance de la misma para poder detectar a tiempo y buscar la ayuda necesaria.
Autor: Lic. en Psic. Mayra Díaz